Década del 20.
La radio es el primer medio de comunicación que apareció en la Argentina y tuvo su primera transmisión en el Teatro Coliseo de Buenos Aires en 1920, en el cual un grupo de amigos (conocidos a partir de entonces como 'Los locos de la azotea'), todos estudiantes de medicina, transmitieron en vivo a la ópera Parsifal de Richard Wagner.
En sus comienzos, lo más normal al prender la radio era escuchar música clásica (lo cual unos años más tarde generaría el radioteatro), pero luego de la asunción del Presidente Alvear, la noticia cotidiana fue ganando espacio.
En 1923, tres años después de la primera transmisión, primero el boxeo y luego el fútbol fueron introducidos en el aire conjuntamente con lo que fueron las primeras publicidades (llamadas reclames en ese tiempo).
A fines de la década, con la incorporación de mejores parlantes y la creación de múltiples transmisoras, la radio comenzó a ganarse su propio espacio en el ámbito familiar (las familias se reunían alrededor de la radio para escucharla) y se generaron las primeras disputas por las ondas de transmisión, causando las primeras reglamentaciones.
Década del 30.
Las revistas radiales aparecieron por primera vez, con grandes exponentes como Radiolandia, Antena y La Canción Moderna.
El radioteatro se amplió e incluyó al folletín.
El deporte tuvo sus exponentes en El relato olímpico y Gran pensión El Campeonato, y los relatores más destacados fueron Horacio Belbo y Borocotó.
En 1931 se filma Muñequitas porteñas dirigido por José A. Ferreyra sería el primer filme sonoro y hablado por el sistema Vitaphone de sincronización sonora.
Nacen ese mismo año los dos primeros estudios cinematográficos del país: Argentina Sono Film fundado por Ángel Mentasti y Lumiton creada por Enrique Telémaco Susini, César José Guerrico y Luis Romero Carranza. Luego llegaría el sistema de sonido óptico inventado por Lee De Forest, el Phonofilm. Con este equipamiento se grabaron numerosos números musicales de Carlos Gardel, a la manera del actual video clip.
Los dos primeros films sonoros (sin discos), estrenados con una semana de diferencia fueron Tango (1933) dirigido por Luis José Moglia Barth y producido por Argentina Sono Film, y Los tres berretines, protagonizada por Luis Sandrini y producida por Lumiton. Lo siguen otros filmes exitosos de la época, de Mario Soffici El alma del bandoneón (1935) y Prisioneros de la tierra (1939); de Manuel Romero La muchachada de a bordo (1936) y de Leopoldo Torres Ríos La vuelta al nido (1938), que marcaron el momento de madurez del cine argentino en la década del 30'. En esta época se consagraron estrellas como: Libertad Lamarque, Tita Merello, Pepe Arias, Luis Sandrini y Niní Marshall.
Década del 40.
Considerada la época dorada del radio, ocurrió la primera campaña presidencial con el foco central en la radio y el radioteatro se impondría como el género dramático de las masas, con un público mayoritariamente femenino.
Los grandes actores de ese tiempo incluyen a Oscar Casco, Hilda Bernard, Susy Kent, Rosa Rosen, Jorge Salcedo, Julia Sandoval, Eduardo Rudy, Eva Duarte.
Los programas de humor se hicieron muy populares.
A fines de esta década, el Estado Nacional recuperó todas las licencias que estaban en manos privadas y extendió la creación de nuevas estaciones de radio en el interior del país.
el cine argentino entró en un largo periodo de crisis cinematográfica determinada por la competencia comercial del cine estadounidense y el predomino del cine mexicano que estaba en su "Época de Oro" y dominaba el mercado en los países de habla hispana. Algunas de las grandes películas de la década fueron Historia de una noche (1941) y La dama duende (1945), ambas de Luis Saslavsky; La Guerra Gaucha (1942) y Malambo (1945) de Lucas Demare y Hugo Fregonese; Pelota de trapo (1948) y Crimen de Oribe (1950) de Leopoldo Torres Ríos, y Las aguas bajan turbias (1952) de Hugo del Carril.
En esa década saltan a la fama las hermanas gemelas actrices Mirtha Legrand y Silvia Legrand.
Década del 50.
En esta década nació la televisión, que se expandiría en la siguiente década.
Uno de los programas más exitosos de la época, y de la historia del espectáculo en Argentina, fue el radioteatro Los Pérez García, sobre una familia típica argentina.
En los programas humorísticos sobresalieron Los cinco grandes del buen humor y La revista dislocada.
En el deporte apareció un estilo propio de locución con Fioravanti, y los comentarios de Lalo Pelliciari. También se puso en el aire un programa dedicado enteramente al automovilismo, Coche a la vista, conducido por Luis Elías Sojit, que se mantendrá desde entonces.
A mediados de la década se difundió el uso de la radio portátil a transistores, hecho que volvió a modificar las condiciones de escucha. Así el aparato receptor se desplazaba con el oyente, fortaleciendo las condiciones de fidelidad de éste a una emisora o una voz en particular.
Desde 1957 una nueva generación de directores consiguió aunar la habilidad técnica con el refinamiento estético, por lo que se consiguió participar en festivales internacionales.
Jaime Yankelevich, director de Radio Belgrano y pionero de la radiofonía en el país, solicitó al gobierno de Juan Domingo Perón un nuevo permiso para montar una emisora, cuya transmisión inaugural fue el acto político conocido como el Día de la Lealtad desde la Plaza de Mayo de Buenos Aires, el 17 de octubre de 1951. Poco después, el 4 de noviembre, comenzó sus transmisiones regulares como LR3 TV Canal 7. Tras el derrocamiento de Perón por la autodenominada Revolución Libertadora en 1955, la emisora pasó definitivamente a manos del Estado Nacional.
El primer formato de producción nacional fue el Telenoticioso, al que siguieron los musicales y los culinarios con la mítica Petrona C. de Gandulfo. A partir de 1956, atendiendo a las demandas de un público predominantemente femenino nacieron las primeras telenovelas, siendo pionero el Teleteatro a la hora del té, con Fernando Heredia y María Aurelia Bisutti.
Otros programas pioneros fueron: Operación Cero, Todo el año es Navidad, La familia Gesa, Historias de jóvenes y Obras maestras del terror. Fue la década de los locutores Adolfo Salinas, Guillermo Brizuela Méndez, Pinky, Juan Carlos Rousselot, Julio Bringuer Ayala, Nelly Prince, Guillermo Cervantes Luro, Carlos D'Agostino, Cacho Fontana, entre otros.
Entre los programas de deportes, se destacaba La cabalgata deportiva Gillette con transmisiones de boxeo, mientras que los estrenos cinematográficos eran cubiertos por periodistas como Domingo Di Nubila y Chas de Cruz con su Diario del cine.
Década del 60.
En la década del '60, con la difusión masiva de la televisión, la radio se redefinió en sus funciones, horarios y públicos, orientándose más a la información y la música y menos a los espectáculos dramáticos. La radio se establece sólidamente en el horario de la mañana, franja a la que recurre una audiencia ávida de obtener noticias recientes de primera mano.
Los programas radiales más importantes son: Fontana show de Cacho Fontana, Rapidísimo de Héctor Larrea, La cabalgata musical Gillette, Música en el aire, Escalera a la fama, Argentinísima de Julio Márbiz, El mundo de la guitarra de Antonio Carrizo, Carburando de Andrés Rouco y Lisandro González Longhi, Campeones del camino de Carlos Legnani y Emoción en las rutas de Gañete Blasco - Pérez Trigas.
Durante la dictadura autodenominada Revolución Argentina, de 1966 a 1973, con la generalización de la censura, se hizo habitual en el público argentino informarse a través de Radio Colonia, ubicada en la ciudad homónima de Uruguay pero con importante llegada a Argentina.
Leopoldo Torre Nilsson, Fernando Ayala, David José Kohon, Simón Feldman y Fernando Solanas, fueron los protagonistas de esta renovación del cine argentino en la década de 1960.
El 18 de abril de 1960 nació Canal 12 de Córdoba, la segunda televisora del país, primera en el interior y primera de carácter privado. En Buenos Aires, el 9 de junio del mismo año comenzó Canal 9, mientras que el 1º de octubre lo hizo Canal 13; más tarde, el 22 de julio de 1961 nació Canal 11, y en la vecina ciudad de La Plata, el 25 de junio de 1966, fue el turno de Canal 2. También fueron inaugurándose emisoras en diversas ciudades del país como Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Bahía Blanca, Mendoza, etc.
La década de 1960 fue la época de gran expansión del medio basada en una programación variada, en adelantos técnicos notables como la máquina Ampex que permitía la grabación en carreteles de cinta sin cortes, en la ofensiva publicitaria que desechó las placas estáticas y donde las propias emisoras comercializaban los segundos de aire a través de sus gerencias comerciales, y en una industria que crecía a su sombra y retroalimentaba su funcionamiento: revistas especializadas -Radiolandia, Antena, Canal TV, TV Guía- y mediciones de audiencia (rating). Estas últimas daban cuenta de los programas preferidos por el público: humorísticos como Felipe, Viendo a Biondi y Telecómicos; comedias como Dr. Cándido Pérez, señoras, La familia Falcón y La nena; telenovelas como El amor tiene cara de mujer y Cuatro hombres para Eva; además de series de acción y comedias norteamericanas: El fugitivo, Bonanza, Combate, Ruta 66, La caldera del diablo, Yo quiero a Lucy, Los tres chiflados, El show de Dick Van Dyke, Disneylandia, Lassie, Rin Tin Tin, etc.
Aparecieron también programas destinados a segmentos particulares de la audiencia: infantiles como Titanes en el ring, El Capitán Piluso y El flequillo de Balá; juveniles como El club del clan y Escala musical; femeninos como Buenas tardes, mucho gusto.
La década cerró con la cobertura de la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969, la inauguración de la primera estación de comunicaciones vía satélite en Balcarce el 20 de septiembre, y el éxito de programas hoy ya clásicos, como Los Campanelli, Telenoche, Almorzando con Mirtha Legrand y La campana de cristal.
Década del 70.
En la década del '70 aparecen las primeras emisoras en frecuencia modulada (FM), produciendo una división en el espectro radiofónico, donde las AM están dedicadas a la información y las FM a la música, dicotomía que iría desapareciendo con el paso del tiempo.
Surgen voces femeninas como Nora Perlé, Betty Elizalde, Nucha Amengual y Graciela Mancuso, sumadas al estilo pausado de Omar Cerasuolo, dedicado al folklore latinoamericano, y Juan Alberto Badía, orientado al rock.
En la década de 1970 continuó creciendo la oferta segmentada: musicales como Música en libertad y Alta tensión para la juventud, Grandes valores del tango y Asado con cuentos de Luis Landriscina para el público mayor; transmisiones deportivas como las peleas de boxeo de Carlos Monzón y Víctor Galíndez, y el Mundial de Fútbol de 1974; humorísticos como La tuerca, Hupomorpo, Operación Ja Ja y El chupete; concursos como Si lo sabe cante y Yo me quiero casar, ¿y usted? de Roberto Galán; los dramas unitarios entre los que se destacaba Cosa juzgada, con uno de los mejores elencos de la escena nacional y dirigido por David Stivel.
Década del 80.
La década del '80 se caracterizó por una profunda renovación de estilos y contenidos en los medios de comunicación, a tono con la recuperación de la democracia el 10 de diciembre de 1983, teniendo como rasgos esenciales una mayor libertad de expresión y la creciente interactividad con la audiencia.
La FM inicia su gran despegue, revolucionando la estética del medio. Una de las pioneras fue Rock and Pop, creada en 1985 y dirigida por Daniel Grinbank. En 1987 esta radio puso en el aire el programa Radio Bangkok, conducido por Lalo Mir, Bobby Flores y Douglas Vinci, con un estilo delirante y revulsivo que lo volvería mítico.
Otras FM nacidas en estos años fueron: La 100, FM 105 -más tarde Hit, hoy 40 Principales-, Horizonte -hoy Radio Disney-, Inolvidable -más tarde Radio Uno, hoy Vorterix Rock-, Láser FM -más tarde Aspen-, EMFOK 97½ -más tarde Radio Clásica, hoy Vale-, San Isidro Labrador -más tarde Top 40, hoy Pop Radio-, FM Z95 -más tarde Del Plata, hoy Metro-, Nativa -más tarde NRG, hoy Latina 101.1-, Radio Cultura y FM Tango -hoy La 2x4-.
En la década del 80, realizadores como María Luisa Bemberg con Camila (1984), Pino Solanas (El exilio de Gardel (Tangos), Sur), Luis Puenzo (La Historia Oficial) (que consiguió el Premio Óscar a mejor película extranjera de 1985) y Adolfo Aristarain (Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo), atrajeron la mirada de nuevos públicos.
El retorno de la democracia trajo aires frescos en la sociedad y por ende en la televisión, que renovó formatos y lenguajes, mostrando el grado de creatividad y madurez que el medio podía alcanzar. Ya en la última etapa de la dictadura, algunos productos ciertamente audaces para ese momento, marcaron el rumbo de lo que vendría: Nosotros y los miedos y Compromiso, dramas unitarios que abordaban temáticas profundas, incluso las relacionadas con el pasado reciente del país; Semanario insólito, una particular mezcla de información y humor, inspiró más tarde a Cable a tierra y La noticia rebelde.
Década del 90 y años recientes.
En la década del '90 continuó el crecimiento de las FM, que comenzaron a orientarse hacia diferentes segmentos del público, según temáticas musicales: rock, pop, tango, clásica, etc. A las emisoras ya existentes se sumaron, entre otras: FM Sport -hoy Mega 98.3-, Feeling -hoy Blue FM- y Milenium.
Entre lo más destacado de estos años, se encuentra el programa ¿Cuál es? de Mario Pergolini en Rock and Pop, y una serie de conductores como Elizabeth Vernaci, Marcela Feudale, Ari Paluch.
En lo que respecta a las AM, el último día de 1997 dejó de transmitir Radio Argentina, la decana de la radiofonía nacional. Simultáneamente nació Radio 10, que desde entonces y hasta 2012 fue líder absoluta en audiencia, sobre todo en el espacio matinal conducido por Oscar González Oro, comparable con el fenómeno de Rivadavia dos décadas atrás.
En los últimos años, la radio se ha reformulado mediante la combinación con Internet y la competencia con múltiples opciones ofrecidas por las nuevas tecnologías de la comunicación.
En la década del noventa surge una nueva corriente denominada comúnmente como nuevo cine argentino, marcada por el carácter independiente de las realizaciones, y un cambio en la mirada.
Sin embargo, no será hasta 1998 que estos nuevos realizadores logran tener una mayor difusión. La primera película que tiene una repercusión pública, dentro de esta nueva generación, es Pizza, birra, faso, de Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano (de nacionalidad uruguaya) que se expuso internacionalmete.A esa le siguieron Mundo Grúa (1999) de Pablo Trapero. El bonaerense (2002) y otras que continuaron esa línea de películas de tónica y personajes reales, bajo presupuesto y actores no conocidos.
Desde los comienzos y hasta nuestros días se han estrenado casi 2500 películas argentinas, siendo los años 2004 y 2005 con 66 y 63 respectivamente, los que registran la mayor cantidad de estrenos.
En 2009 se estrenó la película El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar a Mejor Película en Lengua extranjera del 2010), de Juan José Campanella, basada en la novela La pregunta de sus ojos de Eduardo Sacheri. El film cuenta con las actuaciones de Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, entre otros artistas de renombre. Con más de 2 000 000 de espectadores, se convirtió en la segunda película argentina más taquillera de toda la historia del cine nacional; superada solo por Nazareno Cruz y el lobo de Leonardo Favio, estrenada en 1975.
El incremento del zapping generó desde la propia televisión una retórica más audaz e impactante, en muchos casos marcadamente sensacionalista, a fin de mantener al público cautivo. Indirectamente se vio afectada la difusión de material fílmico, ganando en actualidad aunque no siempre en calidad. Las viejas figuras dieron paso a los jóvenes de entonces como Mario Pergolini, Marcelo Tinelli, Adrián Suar, Cris Morena, etc., aunque continuaron algunas de larga data como Mirtha Legrand o Susana Giménez repitiendo fórmulas de éxito seguro.
El videocable, con su oferta de canales extranjeros, permitió la llegada de series originales sin doblaje: Los Simpson, Friends, Seinfeld, La niñera, Los expedientes secretos X, etc. El público infantil también tuvo sus principales referentes en productos importados, proliferando dibujos animados con monstruos y criaturas extrañas. El deporte pasó a ocupar un rol destacado, con canales de dedicación exclusiva.
Frente a esto, la TV de aire logró retener la atención del público, sobre todo en los primeros años de la década, con diversos productos: dramas unitarios como Atreverse y Alta comedia; dramas en serie como Zona de riesgo y El precio del poder; humorísticos como El palacio de la risa, Peor es nada, Juana y sus hermanas, Cha cha cha, Videomatch y Caiga quien caiga; comedias como Amigos son los amigos, ¡Grande pa!, El gordo y el flaco, La familia Benvenuto, La banda del Golden Rocket, Son de Diez, Mi cuñado y Un hermano es un hermano; concursos como Ta te show, Nico y Tiempo de Siembra; musicales como Ritmo de la noche; femeninos como Utilísima; infantiles como El show de Xuxa, El agujerito sin fin; juveniles como Jugate conmigo y La TV ataca; evocativos como Siglo 20 cambalache de Fernando Bravo y Teté Coustarot.
La incorporación de las nuevas tecnologías al espacio audiovisual ha creado en la televisión argentina ciertas tendencias, entre ellas: la auto-referencialidad con que se nutre a diario a partir de la disposición inmediata de materiales de archivo; el encubrimiento del carácter ficcional del reality show, presentado como verdad y basado -entre otras cosas- en el uso de múltiples cámaras y micrófonos; la supuesta interacción con el público a través de telefonía celular o Internet y hasta la delegación de aspectos de producción a bajo costo, depositados en usuarios ansiosos de protagonismo.
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